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La depresión y ansiedad en los niños

Los trastornos de ansiedad y depresión son cada vez más frecuentes en los niños. Ésta es una de las conclusiones que los pediatras han extraído en el marco del XXV Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP).

Niños con depresión y ansiedad

La depresión y ansiedad en los niños
FOTOGRAFÍA: Chris Sá

Entre un 10% y un 20% de los niños experimentan trastornos de ansiedad durante la infancia y adolescencia a consecuencia, en ocasiones, de acontecimientos vitales estresantes. No obstante, no todos los afectados están diagnosticados y de los que sí lo están, en ocasiones no se tratan adecuadamente.

La identificación precoz de la ansiedad es imprescindible, así como el adecuado diagnóstico y el tratamiento posterior, con el objetivo de aliviar el malestar en el niño, impedir que el cuadro se cronifique, la aparición de comorbilidades o la evolución de la enfermedad ya en la vida adulta.

Síntomas de la ansiedad en el niño

Los síntomas de la ansiedad varían, dependiendo de cada niño, pues influyen factores tales como la edad o su desarrollo cognoscitivo y emocional. Además, las manifestaciones pueden estar influenciadas por sus vivencias, educación o medio en el que vive, así como por su temperamento y genética.

El Dr. Jesús García Pérez, Pediatra y miembro de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) apunta lo siguiente: “La sintomatología se puede manifestar con síntomas físicos como cefaleas, dolores abdominales y torácicos, náuseas, vómitos, dolores inespecíficos, palpitaciones, sudoración, falta de aire, sensación de frío o calor y temblor, entre otros muchos; alteraciones cognitivas como intranquilidad, miedo, angustia, desasosiego, preocupación inespecífica, dificultades de atención y de concentración, de memoria y la lentitud del pensamiento; alteraciones motoras como inquietud; y alteraciones emocionales como llanto, enfado e irritabilidad”.

Las vivencias del niño como desencadenante de la ansiedad

Ciertas experiencias vitales del niño pueden convertirse en factores estresantes. Entre algunos de los más habituales, el Dr. García Pérez subraya los siguientes:

– La separación o divorcio de sus padres; alcoholismo, toxicomanía o enfermedades graves a nivel físico o mental de éstos.
– Deficiente rendimiento escolar.
Cambios en el nivel económico.
– Pérdida de trabajo paterno.

Sin embargo, los acontecimientos vitales estresantes, según este experto, no afectará por igual a todos los niños, puesto que los factores protectores ayudarán a una buena adaptación. Entre ellos destacan: el temperamento “fácil”, las habilidades en resolución de problemas, y toma de decisiones y un desarrollo saludable.

Principales trastornos de ansiedad

A. Trastorno de ansiedad de separación: Ante la separación de los padres, especialmente de la madre, el niño experimenta una angustia intensa. Se trata de la manifestación de la ansiedad más precoz en los niños y, en el adolescente, tiene unas tasas de prevalencia de entre el 2% y el 4%. Según el Dr. García Pérez: “Es más frecuente en familias sobreprotectoras, tras periodos vacacionales o enfermedades físicas, y se manifiesta con síntomas de ansiedad, somatizaciones y dificultades del sueño acompañados de apatía, tristeza y aislamiento social”.

B. Trastorno de ansiedad generalizada: Su mayor prevalencia se observa durante la preadolescencia (entre el 2,7% y el 12,4%). Este tipo de ansiedad es exagerada y no realista, suele durar al menos 6 meses, con múltiples quejas físicas y estado continuo de tensión acompañada de preocupación excesiva sobre la vida, la adaptación social y la competencia personal y académica. Respecto al perfil del paciente, el Dr. García Pérez aclara: “Es un perfil de paciente con características personales de perfeccionismo, puntualidad, obediencia, cumplidores de las normas, hipersensibilidad a la crítica, timidez y necesidad de reafirmación por el adulto”.
C. Fobia simple: Consistente en un temor intenso y persistente a un estímulo o situación específica que desencadena gran malestar en el niño y limita su vida normal.
D. Fobia escolar: En este caso el niño experimenta un temor irracional a asistir al colegio, así como reacciones intensas de ansiedad cuando se le obliga a acudir a la escuela.

E. Fobia social: Suele producirse durante la adolescencia, etapa en la que las relaciones sociales adquieren mayor relevancia. Sus principales manifestaciones son el miedo y la necesidad de evitar ser el foco de atención o a poder comportarse de forma humillante ante personas ajenas al ámbito familiar y desconocidos. Según el Dr. García Pérez: “Del mismo modo que en las otras fobias, aparece la ansiedad anticipatoria que lleva a quedarse en casa y evitar o rechazar cualquier actividad, llevando al aislamiento en una etapa vital en la que las relaciones sociales son cruciales”.

Niños con depresión

La depresión es un trastorno psiquiátrico que puede afectar a los niños desde temprana edad.

“La depresión es una enfermedad que tiende a evolucionar de forma crónica y que condiciona toda la vida del niño. Por ello, reconocerla y diagnosticarla es uno de los mayores servicios que los pediatras pueden prestar a sus pacientes”, apunta este experto. Y añade: “En su génesis intervienen factores genéticos y circunstancias ambientales, y el niño que sufre la enfermedad es especialmente vulnerable a las adversidades de la vida”.

Diagnosticar este tipo de enfermedades de manera precoz es un factor esencial de la evolución y el pronóstico, puesto que estamos ante enfermedades psiquiátricas que interfieren en el desarrollo emocional del niño, influyendo en aspectos como su rendimiento académico y su adaptación social. Entre otras cosas, para detectar los signos y síntomas característicos de la depresión es importante escuchar y entender tanto lo que el niño dice, como lo que no expresa con palabras.

Aunque a lo largo de la infancia no se observan diferencias entre niños y niñas, a partir de la pubertad, la prevalencia en las mujeres asciende al doble de casos respecto a los hombres.

Síntomas de la depresión en los niños

Los síntomas y manifestaciones de la depresión varían dependiendo de la edad del niño, de su desarrollo cognoscitivo y emocional, y de su capacidad verbal para expresar sentimientos y emociones. No obstante, podemos destacar:

Edad preescolar: irritabilidad, apatía, falta de interés y de colaboración con los padres, mímica y gestos tristes, crisis de llanto, anorexia y trastornos del sueño.

Edad escolar: expresión triste, llanto, hiperactividad o lentitud motriz, sentimientos de desesperanza, deficiente imagen personal, descenso del rendimiento escolar, dificultades de concentración, cefaleas, gastralgias, apatía, sentimientos de culpa, ansiedad e ideación suicida.

Enlace de interés:
 Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP) 

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