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Neuralgia del trigémino, la enfermedad más dolorosa

Neuralgia del trigémino, la enfermedad más dolorosa

Los primeros testimonios escritos que hacen referencia a esta dolencia fueron publicados 1000 años antes de Cristo. En la literatura antigua se recogen estudios y opiniones de médicos célebres, tales como el árabe Avicena, quien se refiere a esta enfermedad describiéndola como un intenso dolor en la cara. No obstante, fue Galeno quien le asignó el nombre de “tic doloroso”, término que ha perdurado hasta nuestros días. Aunque aún se desconocen las causas que desencadenan esta patología, existen tratamientos muy avanzados para aliviar o erradicar este dolor.

 

¿Qué es la Neuralgia del Trigémino?

Podemos definir esta enfermedad como un trastorno neuropático del nervio trigémino, que provoca en el paciente episodios de dolor intenso y recurrente, localizado en la zona facial (ojos, labios, nariz, cuero cabelludo, frente y mandíbula) inervada por el nervio trigémino.

Este nervio (también llamado trigeminal, quinto par craneal o V par), es el responsable de la sensibilidad de toda la cara y de la zona correspondiente a los dos tercios anteriores del cráneo. Es el nervio craneal mayor y más importante de la cara. Este nervio puede enfermar por diferentes circunstancias.

Sintomatología

Concretamente, la sintomatología de la neuralgia del trigémino se caracteriza o define por la aparición de unas crisis de dolor recurrente y paroxístico severo, de carácter lancinante o eléctrico, cuya duración suele oscilar entre unos pocos segundos y más de un minuto.

A pesar de que el nervio trigémino tiene un componente de inervación motora (es decir, inerva músculos que nos ayudan a la masticación), estos músculos no se afectan en esta enfermedad. Únicamente se ve afectado el componente sensitivo, no así el motor, por lo tanto, no se produce parálisis.

¿Cómo es este nervio?

En cuanto a su morfología, el nervio trigémino presenta (como su nombre indica), tres ramificaciones: una que abarca la zona de la frente, y hasta el párpado superior; otra que cubre la zona del maxilar, hasta el labio superior; por último, la tercera ramificación opera en la mandíbula y labio inferior.

 

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